domingo, 16 de septiembre de 2012

MATIZACIONES SOBRE LOS CONCEPTOS DE "INTEGRAL" Y "ANTOLOGÍA"




Muchas gracias por todas las aportaciones sobre el tema en la entrada anterior. En ellas se baraja el concepto de la antología como totalmente opuesto al de integral. Y se mezcla también la idea de la extensión de la obra, como factor determinante, lo que obviamente es tan cierto como inevitable en muchos casos.
Pongo dos dejemplos: "Pulgarcito" y "Pumby". Para mi, reeditar la revista "Pulgarcito" (de postguerra) tipo Integral es equivalente a la idea de una edición facsímil. Y sin negarle el interés, me parece una idea menos interesante que por ejemplo publicar álbumes de cada personaje, de Carpanta, Doña Urraca, Las Hermanas Gilda o El Inspector Dan, por ejemplo. Y ahí si, que la única idea aceptable sería la edición ordenada de las historietas, número a número, tal como se publicaron originalmente, con los materiales añadidos que se quiera. Esa idea de "integral", sin embargo no querrá decir que sea una edición de toda la obra completa. Se trataría por ejemplo de tomos con las 200 primeras páginas, por ejemplo.
Y, que conste que no tendría mayor hemorrgia de placer si en este hipotético caso las ventas acompañaran para tratar de alcanzar la totalidad de la obra publicada de cada personaje.
Y no sería una antología, porque simplemente nadie selecciona nada.
En el lado opuesto estaría Pumby.
Cuando alguien proponía una Integral de Todo Pumby, es de suponer que no se refería al tebeo "Pumby", en el que se publicaron muchos otros personajes, sino a recopilar todas las historietas de Pumby, publicadas en "Pumby"...
Y esto si sería otra Integral, sin ser facsímil de nada.
Cuando nos planteamos la edición del libro dedicado al tebeo "Futuro", que ya dije en el post anterior que para nosostros se convirtió en una especie de prototipo, para saber por donde ir, desde el principio tuve la idea de la antología, en la cabeza, igual que en el caso del libro "Recordando Nueva Dimensión", al margen de la cantidad de números o páginas publicadas.
Porque la idea original era más la de hacer decubrir este extraordinario tebeo de ciencia ficción a un público actual, nuevo, no necesariamente coleccionista de tebeos y mucho menos conocedor de tebeos de hace más de 50 años. Y al mismo tiempo, agrupar el material por conceptos, géneros o temáticas nos pareció mucho más atractivo que limitarse a lo facsímil.
Miren el ejemplo visual que ilustra este post. 
La serie de Albert Weinberg, "Más Velocidad", se descubre de una manera más exacta e impactante, al agrupar cuatro páginas, publicadas originalmente en cuatro número distintos de la edición original de "Futuro".
Y situar esas cuatro páginas, en el capítulo final del libro: "El futuro visto por Futuro", que se abre con la reproducción de una página de José Tello dedicada a "La Zapatilla Volante", a la que siguen "El Tren Monorail", "El Buque Deslizante del Futuro", "El Automóvil del Futuro", "Brazos movidos por Telepatía", El Radar Televisador" y "La Pistola Atomizadora", creo que contribuye a dar una idea más precisa al lector de hoy, de la dimensión que tuvo "Futuro", en su época.
Lo mismo se puede decir de la idea de situar cada portada de Ripoll G., como entrada de cada una de sus "Fanasías", siempre que la hubiera. Y agrupar todas las "Fantasias" de Ripoll juntas.
Tambien decidimos dar solo una muestra de las historietas extranjeras, ya que el objetivo de esta colección queremos centrarlo en los autores españoles. En tratar de darlos a conocer un poco más, si es posible.
Y, para finalizar, en el caso de "Alcotán" la idea es la misma. Y la duda sería si se edita en facsímil, o se "reordena" el material, por series y autores.
Ambas opciones pueden ser igual de integrales e incluir la totalidad de las páginas publicadas en los 12 tebeos originales. Ya les he dicho que me inclino más por reordenar...
Pero ustedes tendrán la palabra final en nuestra decisión.

8 comentarios:

BDfan dijo...

Ya estás hilando muy fino, Joan.

Dices que "la duda sería si se edita en facsímil, o se reordena"

Pues sinceramente, si esa es la única duda, me da poco más o menos lo mismo. Si se parte de la base de que se va a reeditar TODO y no una selección subjetiva, pues el orden me parece bastante menos importante. Lo que te parezca más atractivo, pero lo importante es que es un Integral y no un "Lo más mejor de...".

También dices "Se trataría de tomos con las 200 primeras páginas"

Pues collonut! Eso es lo único que se pide, que sean las "primeras 200 páginas" y no "las mejores 200 páginas según San Guiral" (que me perdone el gran Toni Guiral, que ha hecho una gran labor). Y después, si las ventas van bien y se pueden publicar las páginas 201 a 400 en un segundo tomo, y así sucesivamente, pues aquí paz y después gloria. Y si no se puede, pues al menos se ha intentado, como con la pobre Mary Noticias.

En fin, que este segundo debate me interesa mucho menos que el primero. No sé si alguien puede tener algo en contra de ordenar por autores, personajes, géneros o lo que sea. Yo por lo menos no. Lo de Integral vs. Antología es lo que me importa, y que gane el primero, claro.

dibupaco dijo...

Me parece mas interesante editar el integral reordenando el material por series y autores que realizar una edicion facsimil
Saludos y gracias por consultar

jumareva dijo...

A mí también me gustaría más una edición reordenada. Da más juego y permitiría -si fuera el caso- aportar algún comentario en las páginas que separen las historias, o datos sobre el autor.

LUQUE dijo...

Para mí la reedición perfecta de todo este material clásico sería la edición facsimilar: cuaderno a cuaderno, o revista a revista, tal cual se editó en su momento (a parte del valor intrínseco de la colección en sí, las NUEVAS HAZAÑAS BÉLICAS se benefician y mucho de ese intento de remedar el cuadernillo apaisado clásico).
Si eso (y lo entiendo) comercialmente no es viable, creo que los tomos que se editen (por ejemplo el de ALCOTÁN)deberían llevar las revistas completas, una detrás de otra (con sus portadas, páginas de publicidad, si las hubiera, y contraportadas).
La opción de reordenar las historietas por series me parece la peor opción.
¿Qué pasaba en la época gloriosa del boom de las revistas? Comprábamos mes a mes EL VÍBORA, CAIRO, TÓTEM, METAL HURLANT, etc., las leíamos y cuando terminaba una historieta de "continuará", cogíamos todos los números y la releíamos seguida. Al menos, yo lo hacía.
Si reordenas las historietas, pierdes la oportunidad de ver la revista tal como fue concebida en su momento. Si reeditas las revistas tal cual, el lector siempre tiene la opción de leerlas como quiera: toda seguida o historietas sueltas.
Para mí esta opción es la mejor, pues permite las dos lecturas, dejándo que el lector decida.

Alberich el Negro dijo...

Bueno, pues ya que se han hecho estas matizaciones, yo opto por el criterio de "antología integral", bien por series, bien por autores. Es decir, seleccionar un autor o una serie dentro de las revistas (antología) y publicar todo lo que hay de él/ella (integral) en diferentes tomos. La elección, en todo caso, queda para el editor (para que no se diga luego que los de Madrid somos unos mandones).

Un saludete.

Anónimo dijo...

¡Y ya estamos a ocho puntos!

He, ahí, la auténtica incógnita.

JC
--

Juan Antonio dijo...

En mi opinión, la clave del asunto está en responder a la pregunta
¿para quién se hace esto?
o más bien
¿a quien se espera que esto le resulte lo suficientemente atractivo como para que lo compren en cantidades suficientes como para poder seguir haciéndolo?

Concretando: ¿a los nostálgicos, que conocen la obra, o a los que no la conocen?

Inicialmente la respuesta parece bastante evidente: los nostálgicos son los que van a hacer de esto una iniciativa rentable, y por lo tanto viable.

Siguiendo esta lógica la fórmula fácil e inmediata sería una edición facsímil estricta:

- TODO el material (portadas, páginas de publicidad y otras cosas)
- SIN reordenar
- a su Tamaño Original (medidas, apaisado, vertical)
- e incluso el formato (cuadernillo grapa, tipo de papel. "Facsimilidad" al poder.)

Hay pequeñas editoriales que viven de esto, no encuentro nada malo en ello…

…si exceptuamos el hecho de que constituiría una pequeña traición al que hasta ahora he percibido que es el ADN o el espíritu de EDT, que es tratar los tebeos como una expresión viva de sus autores.

Y una edición facsímil estricta se me antoja lo mismo que un animal disecado.
Es bonita.
Parece que sigue ahí.
Pero está muerta.

Las fórmulas de edición propuestas por la mayoría de los participantes me parecen
una buena base sobre la que construir un "cuerpo" que permita a estas obras seguir con vida en los ratos de lectura de los que las amaron en su momento.

Pero para que una obra siga viva, debe resultar atractiva a nuevos lectores.

Aquí la mayor parte de la responsabilidad la tiene la obra en sí, eso es innegable.
Hay obras que envejecen mejor, y otras que lo hacen peor.

Los extras incluidos, que arropen y vistan a la obra, dotándola de un contexto, me parecen de una importancia capital.
Hay que cuidarlos mucho, teniendo en cuenta una cosa importantísima:
que si se hacen bien, pasan a formar parte de la obra en sí, como una especie de prótesis que le permite seguir en marcha y llegar más lejos.




Joder, que coñazo de comentario me está quedando…

Juan Antonio dijo...


Bueno, abreviando, que es domingo, y ya tengo hambre, y este post es antiguo y esto no se lo va a leer ni el gato:

Facsimil estricto: Que lo hagan otros.

Facsímil intercalando extras de calidad: Depende. Si la edición original tenía méritos propios y no era muy extensa, me parece lo mejor.
Si es muy larga no, se corre el riesgo de que solo la compren cuatro gatos y acabe cortada antes de llegar al material más atractivo, que en muchas publicaciones solía estar no precisamente al principio de su existencia.

Integral reordenada intercalando extras de calidad: Me parece la mejor opción para publicaciones de un cierto recorrido (desde unas pocas hasta unas ¿1000 páginas?).
Se publica lo que se supone que tendrá más tirón en los primeros volúmenes y se hacen tiradas más cortas hacia los últimos, para los completistas.
Una sugerencia. Si se distribuye el contenido de manera coherente en los volúmenes, variando el número de páginas de cada uno si hace falta, y NO se numeran en su conjunto (o mejor, se hace de una manera discreta) se consigue aumentar el atractivo para aquellos que solo quieran la obra de tal autor o las páginas de tal serie. Sé que es una chorrada, pero me da mucha rabia tener números sueltos de cosas.
Un ejemplo: el volumen recopilando el Pulgarcito de Jan de la colección Clásicos del Humor de RBA que tengo en mi estantería (junto al Laszivia que publicasteis vosotros ¡gracias!) no lleva número por ningún lado, y es el 36 de la colección, creo.
Solo que para fastidiarme el ejemplo, acabo de darme cuenta de que es una antología.

Antología: A veces no queda más remedio, por la extensión de algunas cosas.
A veces lo prefiero, por la extensión de algunas cosas.
Estaría bien empezar por una antología para los que no conocen la obra o no se la quieren comprar toda y, si tiene éxito, después ir a por la integral.
El riesgo de empezar por la antología "para probar" antes de hacer la integral de varios volúmenes es que los nostálgicos pasen de ella por no estar completa y que las ventas bajen sustancialmente, dando el mensaje erróneo de que no ha gustado.
El riesgo de ir a saco a por la integral de varios volúmenes es que te los tengas que comer con patatas fritas si no se vende bien, o que la tengas que cortar antes de acabar y quedes fatal, cuando una antología se hubiese vendido mejor y hubiese quedado más digna.

Cachis…

Tengo que dejar de ponerme en la piel del editor, así no estoy ayudando nada…

Mejor me voy a comer ya…