Llevo ya meses abriendo caja trás caja, de mi último traslado (hace más de cinco años), empeñado en clasificar, archivar o tirar todos los tebeos y papeles que aparecen. Uno de los últimos papeles aparecidos es el original de una entrevista a Ambrós efectuada por José Mª Delhom para el Boletín del Club Amigos de la Historieta que yo coordinaba y que no he encontrado con lo que supongo que debe ser de finales de los años 70 o principios de los 80. La he leído (no me acordaba de nada) y hay párrafos más que interesantes como el que reproduzco:
"En cierta ocasión, leí un comentario que me definía como un historietista de difícil clasificación. Pienso que esta dificultad, residirá en que los defectos de mi dibujo no permiten clasificarme entre los "buenos", y el éxito de las series que he dibujado impide que sea incluído entre "los malos". Esta aparente contradicción, tiene su origen quizás, además de mis limitaciones como dibujante, en el concepto que de la historieta me he ido forjando a través de mi larga experiencia profesional; concepto que me permito exponer por si pudiera ser útil a alguno de los colegas que no han alcanzado todavía un estilo definido.
El dibujo de historietas es, no cabe duda, dibujo artístico; pero, creo sinceramente que sería un error enfocarlo exclusivamente en este sentido de crear belleza. Una viñeta puede ser plásticamente perfecta y sin embargo resultar de efectos nulos e incluso contraproducentes para la finalidad que la la historieta persigue, despertar y retener el interés del lector. Más que crear, lo que hace el dibujante de historietas, es traducir en imágenes la ídea contenida en las palabras y texto del guión. Si logra comunicar al lector la emoción de las situaciones imaginadas por el argumentista, el éxito quedará asegurado en un cien por cien si el guión es bueno.
Para alcanzar ese objetivo, el dibujante dispone de variados recursos; desde la composición general de la viñeta, hasta la movilidad de las figuras y la expresión de los rostros. Son recursos difíciles de concretar en reglas fijas y que sólo la práctica irá revelando a cada uno. Para hacerme comprender, citaré un caso muy frecuente en la historieta realista o de aventuras y que me produjo una gran sorpresa descubrir. El vigor, la contundencia de un golpe, depende más de la posición de las piernas del atacante y el gesto de su cara, que del brazo o el puño que da el golpe."
1 comentario:
Molt interessant.
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