>> Esquilmado por la industria, abrumado por los guiones densos, protegido por la crítica despier-ta y devorado por los niños de la posguerra, Ambrós se retiró en 1981 y desapareció del todo en un octubre helado, y sin jubilación; el Ayuntamiento de su Albuixech le construyó un modesto cenotafio en una plazoleta para memoria de plagiarios inconfesos. >>
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Esquilmado por la industria, abrumado por los guiones densos, protegido por la crítica despier-ta y devorado por los niños de la posguerra, Ambrós se retiró en 1981 y desapareció del todo en un octubre helado, y sin jubilación; el Ayuntamiento de su Albuixech le construyó un modesto cenotafio en una plazoleta para memoria de plagiarios inconfesos.
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