viernes, 7 de enero de 2011

EL INCOMBUSTIBLE KOBAYASHI




Todo lo de Motofumi Kobayashi se vende. La pregunta sería, tal vez, ¿a quién?...  Se venden igual los tebeos de la Segunda Guerra Mundial que los de la Guerra de Vietnam. Los dibujados en plan realista o los protagonizados por conejos... Es un mundo aparte.
Hace unos años volvía de Japón, con escala en París, acompañado por la responsable de derechos japoneses, Akiko Yamada. Que, dicho sea de paso, es un poco despistada y no conoce el sentido de la orientación... La cuestión es que la perdí en París y no se subió al avión. Al llegar a Barcelona, le recogí la maleta y con mi propio exceso de maletas y bultos me encaminé a la salida del aeropuerto donde fuí interceptado por la Guardia Civil. Lo primero que me dijo el esforzado aduanero fué algo así como: " No me dirá usted que se llama Akiko Yamada..." señalando el nombre que figuraba en la maleta rescatada.
Le informé de que había perdido a mi "secretaria japonesa" en París y simplemente respondió con un "Haga el favor de abrir su maleta..."
 Abrí mi maleta. No pueden imaginarse lo que me cuesta lograr cerrar una maleta en mis viajes a Japón. Está todo encajado al milimetro... y, como se puede uno imaginar, hay un exceso de mangas y muñecos tipo Mazingers... El hombre alucinó y preguntó "¿Porqué lleva usted tantos folletos?"...
 La palabra "folletos" me desorientó. Pero supe contestarle con una cierta dignidad que aquello no eran folletos sino mangas. Aclarándole que manga quería decir tebeos. 
Y la cosa empezó a cambiar de color. Tocó un poco los "folletos" y me dió permiso para cerrar la maleta. Le informé que el novio de Akiko estaba esperando fuera y que la maleta se la daría a él y pareció convencido. Sin embargo cuando ya me escapaba de su posición me placó y me suelta: " el mejor autor de manga no es el de Dragon Ball ni ninguno de esos, el mejor es Kobayashi..." Y me quedé petrificado. 
Con un hilito de voz le dije que yo era el editor de Motofumi Kobayashi en España y en un instante el guardia civil se convirtió en otaku...
Me acompañó a la salida, llevando él la maleta de Akiko. Me pidió que por favor publicara las historias de la 2ª Guerra Mundial en Rusia y, me vino a decir que en los cuarteles de la Guardia Civil no se leía otra cosa...

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Collons Joan, qui t'anava a dir que els guàrdies civils llegien manga...

John Space dijo...

Están en todas partes, y cuando menos te lo esperas...

corsariosinrostro dijo...

Menuda anécdota. Pues yo sigo desgraciadamente sin tener ni idea de manga. Bueno sí, estoy empezando a leer a Taniguchi y me está encantando.Monster también me ha atrapado. ¿Por dónde sigo?

Lectora de cómics dijo...

A ver si con Kobayashi consigo reenganchar al manga, que desde que veíamos Arale en catalán (y él es gallego) no lo he podido enganchar a otra serie.

Lectora de cómics dijo...

*hablo de mi padre XD se me van los dedos.

Anónimo dijo...

Buenísima, por favor. Buenísima.

Jaume Vaquer dijo...

Quina anècdota més memorable.
Quin fart de riure.

shinjii dijo...

Me encantan estas anécdotas Joan :-) Enhorabuena, sigue así.

jmrrva dijo...

Que bueno!!!

Me ha recordado algo que me paso volviendo en avión de París.

Había conocido gracias a Ebay a François San Millan, dibujante que vive en Paris y como yo, un fan de Victor de la Fuente. Quedé con él un par de horas y me llevó a una de esas tiendas de comics viejos y aquello fue mi perdición. En apenas una hora compre un montón de tebeos franceses entre ellos varios de Victor de la Fuente y un sin fin de tebeos más, todos en francés y casi todos de temática aeronáutica (nadie es perfecto). Para mi aquella tienda fue como el paraiso.

Al ir a tomar el avión, el gendarme francés decide abrir el "equipaje de mano" (una de esas maletas que rozan el limite de las dimensiones permitidas) y se la encuantra llena de tebeos franceses, sin apenas ropa (solo había estado una noche en Paris) y no sé por qué pero se mosquea. Quizá porque solo se media docena de palabras en francés. Me revisó todos y cada uno de los comics y al final, mostrando su magnanimidad, me dejo pasar sin requisarme mi "pequeño" tesoro. Debió pensar que estaba loco. Un español que compraba comics en francés y no sabía leerlos, algo inconcebible para él. Quizá tenía razón y estoy un poco loco.

maginelmago dijo...

Ese tipo de anécdotas necesitan un tebeo ya.

Que alguien me lo confirme: entre las fuerzas y cuerpos de seguridad existe una cierta afición al comic en general. Hablar de un guardia civil. En mi caso, una mossa d'esquadra me comentó una vez que se intercambiaban tebeos variados con los compañeros. Estoy por hacerme poli para poder hablar de cosas interesantes en el trabajo.