Pasan los años y no deja de venderse la cajita con las cartas de Sakura. Especialmente en todos los salones del mundo mundial. No puedo olvidar un Salón del Manga en que una madre, horrorizada ante el precio de 15 euros de las cartas, me preguntó con una cierta agresividad cómo se jugaba con ellas. Le respondí que de ninguna manera. Que no servían para nada. Y, sin inmutarse, sacó los 15 euros diciéndome. "Pues me las llevo..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario