sábado, 10 de marzo de 2012

TEMPESTAD EN EL OESTE (Y EN MI VIDA): PILOTE Nº 236, (1964)


Cuando salió el tebeo "Bravo" de Bruguera, en 1968, me cambió la vida. "El Capitán Trueno" era ya patético, "El Jabato" había cerrado y ya no salían tebeos nuevos. Los tomos azules de "Hazañas Bélicas", eran malísimos y Gorila no me gustaba. Yo ya tenía 13 años, y los álbumes en catalán que me compraban mis padres,  "Tintin", "Anxaneta" o "Espirú", me gustaban mucho pero , en cierto modo, los miraba con el recelo de no comprarlos yo, de considerarlos para más pequeños, porque los leía desde hacía unos cuatro años y, en resumen, necesitaba algo nuevo o, seguramente hubiera dejado de leer tebeos.
Y entonces , creo que a la edad justa, Bruguera empezó a publicar el material de "Pilote". "Astérix" en DDT, "Barbarroja" en Din Dan y finalmente apareció "Bravo". Con "Aquiles Talón", "Michel Tanguy" y, por encima de todo, "Blueberry".
Además era 1968.
Mi padre traía a casa la maravillosa revista de ciencia ficción "Nueva Dimensión" con las "páginas verdes" en las que se hablaba de tebeos con un tono fascinante. 
Y apareció "Bang!", la revista teórica de Antonio Martín que me abrió más mundos que Asimov...
Perich escribía en DDT sobre tebeos, la revista "Mundo Joven" también, y, un montón de cosas más que me hicieron apasionar por el mundo de la historieta, y...
hasta hoy...
Pero, volviendo al estribillo, creo que la especie que lo sazonó todo fué el Blueberry de Charlier y Gir.
Sin negar que, en su momento, fué más determinante el guión de Charlier que el dibujo de Gir.
Pero sin darme cuenta Gir, Giraud, o Moebius, entró entonces en mi vida y nunca se fué.
Siempre fue el referente.
No soporto que nos haya dejado.

1 comentario:

GUNDAR dijo...

Me identifico con esa clase de sentimientos. Para mí Bravo llenó un hueco que me había quedado muy vació con la desaparición de la revista Pantera Negra y Flecha Roja (1966) y mis héros favoritos (Trueno y Jabato) estaban tocados a muerte. Tenía 18 años. Pero a partir del nº 26 de Bravo, también la revista empezó a languidecer. Y hasta su final, creo que unos 20 números más, era sólo un refrito de antiguas historietas de Bruguera. Pero al menos había decubierto a Gir y a Uderzo, y hoy los volúmenes de Blueberry y Astérix ocupan un lugar de lujo en mis estanterías.