Granada es un salón estupendo en el que siempre pasan cosas agradables. La principal el reencuentro con un montón de amigos que, casi, casi, nos podríamos llamar "los de Granada".
Allí nos conocimos, en el sentido de tener tiempo para conversar. Con el valor añadido de compartir ese tiempo con quienes no tienes ocasión de hacerlo nunca, porque no son de tu grupo habitual. No hay la necesidad ni de quedar bien, ni de hacer ningún negocio. Solo disfrutamos de hablar de tebeos, cada uno desde su punto de vista. Casi todos compartiendo la pasión que sentimos por la historieta. Y , ahora, además, con el evidente cariño que nos tenemos. Cariño que compartimos con gentes ajenas a los tebeos, pero que ya se han convertido en personajes entrañables, como el Pulpeiro, o Paco del Churrasco. Y con todos, todos, los voluntarios de Veleta.
Allí nos conocimos, en el sentido de tener tiempo para conversar. Con el valor añadido de compartir ese tiempo con quienes no tienes ocasión de hacerlo nunca, porque no son de tu grupo habitual. No hay la necesidad ni de quedar bien, ni de hacer ningún negocio. Solo disfrutamos de hablar de tebeos, cada uno desde su punto de vista. Casi todos compartiendo la pasión que sentimos por la historieta. Y , ahora, además, con el evidente cariño que nos tenemos. Cariño que compartimos con gentes ajenas a los tebeos, pero que ya se han convertido en personajes entrañables, como el Pulpeiro, o Paco del Churrasco. Y con todos, todos, los voluntarios de Veleta.
Y, sin querer ocurren cosas.
Incluso se hace algún negocio inesperado. O aprendes algo en una apasionada conversación con un librero veterano, como Nico de Flash Comics.
O encuentras tebeos que te faltan.
Yo encontré "Pulgarcitos".
Al principio hasta me pareció que alguien me estaba gastando una broma tipo cámara indiscreta...
Porque tengo la colección del "Pulgarcito" hasta el nº 1835. Y ahí sólo habían del 1800 en adelante.
Encontré también un almanaque de "Hazañas Bélicas" que no tenía y varios "TBO" de los años 70 y 80.
El vendedor, Julián, es de Barcelona, así que le reservé los tebeos y quedamos en vernos esta semana, gracias a la mediación de Jordi de Comic Hunter. Porque la resaca del viernes fué monumental y el sábado ya me fuí directo al aeropuerto.
(Volvimos al Día de la Marmota: Pulpada-Batán-habitación de Hotel.)
Y hoy he ido a la nueva oficina de Julián, donde tiene perfectamente ordenados una montaña de tebeos y, entre otros, he comprado 53 "Pulgarcitos" que me faltaban.
Y he vuelto a casa la mar de feliz.
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