Al salir de "SD", este mediodia, he acompañado a Emilio y Montse de "La Cúpula" al centro y a Paco Camarasa a la estación de Sants. Después me he hecho un lío y he acabado en la Ronda Litoral, en dirección contraria a mi casa, con la mala fortuna de toparme con un control de alcoholemia, que por suerte he superado, ya que sólo había bebido un par de cervezas una hora y pico antes, con el tapeo de SD, y ha dado un honroso 0,0...
La mala noticia es que no había pasado la ITV a tiempo y me la he cargado: 200 euritos de multa o 100 si pago no sé cuando. No acabo de entender estos estupendos descuentos por prontopago...
También me faltaba no sé qué papel del coche, pero magnánimamente el poli me ha perdonado la otra multa.
Como habrán deducido ustedes, el culpable de todo ello, no es otro que Paco Camarasa, el presidente valenciano de la Asociación Internacional de Editores Españoles, de tebeos. Así que espero que me descuente los 100 euros de multa de mi cuota de asociado, o no habrá trato y crearé una feroz oposición desde... la Academia del Comic, por ejemplo...
Y a pesar de todos estos inconvenientes, he llegado a casa de un excelente humor.
Porque hoy me he sentido orgulloso de nuestro distribuidor.
Con "SD" se podría decir que hemos crecido paralelamente. Sin que nos lo hubiéramos propuesto.
Desde posiciones completamente alejadas, pero que nunca fueron un obstáculo para recorrer un camino juntos. Aprendiendo del "otro lado".
Hace años que mantengo que "SD" ha sido clave en el mundo del comic. Tanto por haber creado la primera estructura profesional, articulada en torno a la red de librerías especializadas, como por haber sabido regular un mercado, demasiado habituado al trapicheo y demasiado poblado de aprovechados y vividores, alimentados por una industria que vivía permanentemente en la precariedad.
"SD", y las nuevas teconologías, permitieron la creación y supervivencia de iniciativas editoriales impensables anteriormente. Y abrieron otras perspectivas a editoriales como Glénat, al alejarnos del ortopédico mundo de la tradicional distribución de libros, anclado en modelos obsoletos e incapaz de ver más allá de sus autocomplacientes narices.
Y, como les decía, hoy he vuelto a sentirme acompañado por mi distribuidor. Y he recibido una importante dósis vitamínica en este momento tan crucial para el futuro de Glénat España.
3 comentarios:
Háganos usted un "cinq cèntims" de sus conclusiones, señor Navarro, que nos tiene sobre ascuas. ¿Hacia dónde va el mercado? ¿Se va todo a hacer puñetas? ¿Se digitalizará todo lo habido y por haber? ¿Ganará el Barça otra vez la liga?
¡Ay querido Joan!, de vividores y trapicheadores está lleno hasta el mundillo blogger. Esperemos que esos ánimos que le ha dado SD le den fuerzas para hacer en el mañana a una Glénat más robusta que nunca.
Un saludo!
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