El afligido conde de Roca pensó después que el joven le había dicho la verdad, pues recordaba las facciones del mismo y las encontraba parecido extraordinario con las suyas propias.
- Tonto he sido -musitó- Mi desconfianza puede hacerme perder un hijo. Que Dios me perdone y me lo envie de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario