El conde de Roca, esforzado caballero cristiano, no pudo conseguir, por más que hizo, rescatar a su mujer, y tras fracasar en repetidos intentos, tuvo que rendirse a la cruel realidad; el moro era más fuerte, su fortaleza estaba lejos y no había medio de arrebatarle la presa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario