sábado, 12 de mayo de 2012

EL LIBRO DE GAMAS, O LAS PRUEBAS DE COLOR


Cuando entré a trabajar en Norma, a principios de 1981, para ocuparme de las revistas "Cimoc" y "Hunter" en sus nuevas etapas, descubrí el imprescindible "libro de gamas" que era necesario corregir para cualquier página en color, de la que precisáramos fotolitos. recuerdo perfectamente como Rafa Martínez me mostró la primera. Era de una página del Mercenario de Segrelles. Yo no entendía nada. Ni siquiera los colores. Hablaba de magenta y cyan, en lugar, digamos de rojo y azul...
Tenía el original a un lado y en el otro la prueba de color. Y me fué enseñando como aquí o allí le faltaba un poco de rojo, un poco de amarillo, o le sobraba azul...
Era todo un arte.
Y a partir de ese día los libros de gamas me acompañaron siempre, y se convirtieron en un auténtico fetiche, ya que si realmente tenías buena comunicación con el grabador, se notaba mucho en el resultado final.
 

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