La verdad es que, por ahora, me gusta más Jacques Glénat de ex-jefe que de jefe. Aunque dado que no puede dejar de seguirnos mandando, como lo más natural del mundo, decidimos nombrarle, en lugar del típico "Presidente Honorífico·, "Jefe Honorífico", cargo que se le ha concedido "ab eternum".
Lo peor es que yo creo que nos gusta que nos siga mandando...
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