lunes, 2 de agosto de 2010

JECSAN

Eran mis sodaditos de pequeño. Los Reyes Magos nos traían cada año una caja a mi y a mi hermano. El recuerdo de la caja sin abrir con las seis figuras que contenía se fué haciendo mágico. Conservé algunos de los soldaditos, pero lógicamente bastante atrotinados de haber jugado con ellos día tras día.
Siempre que iba a una feria de juguetes antiguos, como la de Figueras, albergaba la esperanza de encontrar alguna caja.
Pero no hubo suerte.
Así que los egipcios, romanos, indios, hunos, mosqueteros o las tropas napoleónicas y los paladines del Oeste iban aumentando su importancia hasta que una noche en plena fiebre subastera en e-bay, persiguiendo originales amricanos dí con un anuncio de cajas de "soldaditos españoles" de una tienda perdida en algún lugar de la América profunda. Y por cuatro duros recibí media docena de cajas de Jecsan que vayan ustedes a saber porqué habían acabado en no recuerdo que sitio de los USA.
Y no me curaron.
Al contrario.
Perdí el Norte y me tiré en picado a por todas las que pudiera.
Y encontré unas cuantas...
Hasta me hice este decorado en una de las estanterias consagradas normalmente a los tebeos.
Espero que sepan disculparme.
Porque les juro por Snoopy que son bonitos para aburrir...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aquesta malatia també la tinc jo. No hi ha cura i amb el temps es fa més greu.
El desenllaç és fatal de necessitat.