sábado, 26 de diciembre de 2009

NUM. 12: QUE DIOS ME PERDONE...

El afligido conde de Roca pensó después que el joven le había dicho la verdad, pues recordaba las facciones del mismo y las encontraba parecido extraordinario con las suyas propias.
- Tonto he sido -musitó- Mi desconfianza puede hacerme perder un hijo. Que Dios me perdone y me lo envie de nuevo.

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