No sé si vale la pena diferir de un comentario hecho hace tantos años, pero ... me parece que lo voy a hacer :-) . Nadie estaba en contra de los dibujos de Enric Sió de Lavínia (dibujos por una vez caricaturescos). Estaban en contra de la historieta resultante de un guión provocador firmado por el gran Emili Teixidor. En el comic se burlaban cariñosamente o no, de algunos de los protagonistas "progres" de la cultura catalana de la época.
Después de tantos años de este escrito no sé si vale la pena hacer un comentario. En fin... no me privo de ello. Molestó, pero no a los lectores tradicionalistas. En 1968 dichos sectores eran los ultraconcervadores y los franquistas y no es probable que leyeran en masa una revista juvenil publicada en catalán. El guión de Emili Teixidor hacía sátira de los grandes nombres de la cultura catalana de los años 60. O sea con más cariño o menos se cachondeaban de la "progresía" cultural a la que ellos mismos pertenecían. También hay la anécdota de que a Jordi Pujol no le gustaba una caricatura suya. Finalmente se publicó sin problemas. El dibujo de Sió en Lavínia era por una vez caricaturesco y no realista. La experimentación la utilizó más en sus portadas para Oriflama o en su historieta Tirant lo Blanc que se pueden recuperar en la red.
2 comentarios:
No sé si vale la pena diferir de un comentario hecho hace tantos años, pero ... me parece que lo voy a hacer :-) .
Nadie estaba en contra de los dibujos de Enric Sió de Lavínia (dibujos por una vez caricaturescos). Estaban en contra de la historieta resultante de un guión provocador firmado por el gran Emili Teixidor. En el comic se burlaban cariñosamente o no, de algunos de los protagonistas "progres" de la cultura catalana de la época.
Después de tantos años de este escrito no sé si vale la pena hacer un comentario. En fin... no me privo de ello.
Molestó, pero no a los lectores tradicionalistas. En 1968 dichos sectores eran los ultraconcervadores y los franquistas y no es probable que leyeran en masa una revista juvenil publicada en catalán. El guión de Emili Teixidor hacía sátira de los grandes nombres de la cultura catalana de los años 60. O sea con más cariño o menos se cachondeaban de la "progresía" cultural a la que ellos mismos pertenecían. También hay la anécdota de que a Jordi Pujol no le gustaba una caricatura suya. Finalmente se publicó sin problemas.
El dibujo de Sió en Lavínia era por una vez caricaturesco y no realista. La experimentación la utilizó más en sus portadas para Oriflama o en su historieta Tirant lo Blanc que se pueden recuperar en la red.
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