El oficial moro pelea bien, y el infame conde le va a la zaga, con lo que consiguen hacer retroceder al enmascarado, mientras Fernando se ve acosado por el otro sarraceno.- ¡El Guerrero del Antifaz terminará aquí! -ruge Muley.
- Tu enemigo caerá en la trampa y morirá, si consigues atraerlo hacia acá -apunta el sarraceno, mientras estrecha la mano del desaprensivo conde, que contesta: